martes, 21 de junio de 2016

LA JAULA (I)



Como todos los lunes, Erin se dispuso a tomar el ferry dirección Manhattan. En su reproductor de música, ese algo ya pasado de moda que siempre llevaba, empezó a sonar Jane´s Addiction con su sonido alternativo, algo depresivo. Por una parte era lo que le iba a su personalidad, pero sobretodo era lo que le iba a su momento actual, 37 horas y media después de romper con Tommy. Era guapo,  y bueno en la cama, pero era imbécil, algo que siempre había sospechado pero que ahora veía claro. Tenía demasiado mal carácter, y además la había engañado..  y ella a sus 24 años (se creía ya muy mayor) no estaba para aguantar según que cosas, o al menos eso era lo que mentalmente se repetía cada vez que pensaba en él; cada dos por tres... 


Si recordaba bien la playlist, después sonaría en sus auriculares Radio Head, Black Crowes, Soundgarden y White Stripes..y a esas alturas ya estaría llegando al final del trayecto y enfilaría hacia la zona de Wall Street. Allí trabajaría 8 horas, 10 en la práctica, en un pequeño restaurante de comida rápida, Vinnie´s se llamaba . Era un trabajo duro y mal pagado, del que nunca falta, uno que le permitía pagar su alquiler en Queens y ser independiente. Además no tenía que pensar mucho, algo que en esos  momentos le venía bien.

Cuando llegó al establecimiento, estaba sonando en su oído Tonight, Tonight, de The Smashing Pumpkins. A Tommy no le gustaba esa canción, pero es que ya hemos dicho que era imbécil, o bueno para ser justos, digamos que no adoraba la música...su cerebro era totalmente impermeable a ella.
  
A ella sin embargo le encantaba la música y en concreto esa canción y por eso siguió escuchándola mientras se cambiaba y se ponía el uniforme, ese con el que decían que estaba sexy, ese con el que supuestamente enamoró al cabrón ese en el que como veis seguía pensando, aquel infausto día en el que cayó por allí a tomarse un café en su hora de descanso mientras participaba en las obras de reconstrucción del World Trade Center a unas manzanas de allí.

En fin.. tenía que quitárselo de la cabeza ya. Tras Smashing empezó a sonar Waterboys y The Whole of the Moon, pero ya no había tiempo para más. Había que empezar a currar.





Jeremy la devolvió el saludo como todos los días con un leve movimiento de cabeza y sin sostener la mirada. Llevaba allí tres meses y era un tipo misterioso, que no encajaba para nada con el perfil de trabajadores que allí había, básicamente críos sin estudios, con poca ambición y bastante necesidad, quizá como era ella. Jeremy sin embargo, tenía unos 45 años o más, era corpulento aunque no muy alto y con una mirada un tanto infantil. Su trabajo era ayudar en todo lo que hiciera falta, limpiar los baños, sacar los cubos al callejón, meter mercancía, sacar platos de la cocina... hacía todo sin protestar. Casi en total silencio.

A Erin le intrigaba, sobretodo desde que la primera frase que le escuchó decir fue dirigida a ella: -Eres igual que la chica del video Lyla de Oasis- dijo mientras recogía unas bandejas, y se marchó. Y es que el era así, no hablaba, decía frases de vez en cuando y casi nunca esperaba respuesta. Erin no supo si lo que le habían dicho era un halago o no hasta que llegó a casa y busco el vídeo en YouTube. El tipo aquel tenía razón. Incluso se sintió halagada. Además la canción le gustó.


El encargado la mandó atender a los tipos del fondo, unos tíos con pinta de funcionarios en el peor sentido del término, seres grises, grises fumadores y grises bebedores de mal café, que siempre venían a la misma hora. Casi no hablaban entre ellos, solo tomaban ese café ralo y recalentado varias veces, pagaban y se largaban. A veces volvían un poco antes de cerrar, tomaban de nuevo café, hacían algunas llamadas de móvil y hasta el día siguiente.

A partir de ahí, un sin fin de desayunos, almuerzos y comidas, para gente de todo tipo, ejecutivos, traders, turistas bulliciosos..., un no parar hasta la hora de descanso, sobre las doce del mediodía. Aunque normalmente a esa hora Erin solía almorzar con los compañeros, en un lugar al fondo de la cocina habilitado para ello y luego salía a pasear, ese día directamente salió a andar sola. Salió con sus auriculares y se encaminó a la zona del East River. Hacía algo de frío y comenzaba a llover ligeramente. Era la hora de más bullicio en la ciudad y tuvo que subir el volumen para aislarse, aunque no pudo evitar que a través de sus auriculares se filtrasen sonidos de tráfico y obras. Lo bueno es que esos ruidos urbanos quedaban armónicos  mezclándose con los acordes de "Only happy when it rains", canción de Garbage que parecía elegida para el momento.



Asomada al río, a la altura del Pier 11 y con el puente de Brooklyn a la izquierda, vio a unos metros  una silueta familiar. Cuando iba con los compañeros no le hacía caso, pero hoy se dirigió hacia el dueño de aquella. Sabía que le incomodaría, pero no le importó.

- Pues creo que tienes razón con lo de la chica del vídeo- dijo Erin. -se parece a mí-

Jeremy asintió con la cabeza pero no dijo nada.

Erin siguió.- ¿te gusta mucho Oasis?-

-Me gustan.., pero no especialmente- dijo Jeremy, mirándola durante medio segundo y bajando la mirada a continuación -Hay otras cosas de rock alternativo que me gustan más..,
-¿por ejemplo?-

-Pues no sé.. Katatonia, o 1000mods o los más clásicos Faith No More...pero disculpa..,creo que tengo que volver al trabajo-, estaba claro que el tipo quería rehuirla

- Que le den! !por qué no conoceré tipos normales nunca! pensó Erin, que allí se quedó unos minutos intentando no olvidar esos grupos que Jeremy había mencionado y de los que nunca había oído hablar..¡ y eso que se creía entendida!.. Buscó en el móvil Katatonia y le apareció un tema impresionante "Serein". Le sonaba un poco a REM, melancólico pero un poco más potente.




Estaba en estos pensamientos cuando le sonó el móvil y se interrumpió en reproductor. Era Tommy..
Cortó la llamada sin responder. Inmediatamente se arrepintió.

(continuará..)