domingo, 20 de noviembre de 2016

LIBERANIA



El otro día se celebraron las elecciones en Liberania y yo estaba con mi amigo Ismael, que es de allí. Yo no seguía el tema. No nos llegan aquí muchas noticias de su pequeño país.

Por lo visto habían llegado a la recta final dos candidatos, y por los medios de comunicación, se avistaba la clara mayoría de uno de ellos, el moderado, decían. El otro era un exaltado y era muy difícil que ganara, sus mensajes eran populistas, demagogos y radicales según los comentaristas políticos. El primero de los candidatos era el único de los dos que era un político digamos profesional, de los que únicamente han hecho política, y eso se notaba en su puesta en escena digamos de academia política, lenguaje corporal dinámico y seguro pero amable y conciliador; discursos, mucho más cuidados y pulcros con promesas genéricas para todos y concretas para ninguno. La expresión "políticamente correcto" le iba como anillo al dedo a ese candidato. Por todo ello, parece ser que todos los medios de comunicación tenían tan clara su victoria.

Pues bien, ganó las elecciones el radical echando por tierra todas las sesudas y bien remuneradas predicciones de todos los analistas, aunque es verdad que estos decían que aunque parecía que iba a ganar uno, no debíamos descartar que ganase el otro. Y es que esto parece una obviedad, pero lo cierto es que dicho de la manera adecuada, es decir metiendo datos sobre rangos de edad, raza, religión o status social de los votantes con unas pinceladas de historia, y apelando a márgenes de error, parece algo  muy estudiado y trabajado y no la simpleza de que de dos candidatos puede ganar uno u otro.

¿Por qué ganó?. Yo no lo sé. Ismael, encantado con su victoria,  piensa que es una cuestión de "baraka", digamos esa suerte o propensión al triunfo que tienen determinadas personas de una forma casi innata, eso que siempre se ha llamado nacer con estrella. Esa "bendición divina" es lo que buscaba Napoleón en sus generales y que consideraba más importante que la propia formación militar. - Si, si, es el número uno de su promoción, pero.., ¿tiene suerte?- decía antes de nombrarlo.

- Este tipo lleva el gen triunfador- decía Ismael- No podía perder. Y si ha triunfado en todo lo que se ha propuesto hasta ahora, triunfará también como presidente, y si lo hace nos llevará a todos con él al éxito-. 

Lo que yo pienso no es incompatible con esa baraka de la que hablaba Ismael. Yo creo en la baraka pero creo que el candidato ganador labró su fortuna ayudándose de un populismo de manual lo cual no necesariamente es malo en mi opinión.

Para ser un populista exitoso en primer lugar hay que un mensaje atractivo y entendible por hasta el personaje de nivel intelectual más bajo de tu potencial audiencia. Cuando uno va al médico y tiene una enfermedad quiere escuchar un diagnóstico claro y una solución rápida y a poder ser no dolorosa.

Esto hace el populista. Simplifica la realidad, buscando dos o tres problemas fundamentales, causados normalmente por enemigos o factores externos. Nunca se le dirá a la gente que la culpa de los problemas son ellos mismos o sus actitudes. Es mejor culpar a potencias extranjeras, inmigrantes, etc. a partir de ahí se resaltan las cualidades impresionantes del país y de su gente, esas que se ven opacadas por los factores externos a los que me refería. Se crea así un sentimiento de pertenencia a tribu superior con enemigos comunes a los que hay que derrotar bajo el liderazgo de la persona que ha identificado todo esto. 

Una vez los problemas son simples, las recetas para solucionarlos también. Se prometen más ayudas, se bajan impuestos, etc, todo, todo fácil e indoloro para el votante. ¿Hay éxito?, bien, ¿no? sigue siendo culpa de los enemigos externos identificados que son más poderosos de lo imaginado. 

Como decía, no creo que el populismo sea necesariamente malo. Hay veces que los problemas son simples y que las soluciones también, y que los políticos tradicionales no quieren abordarlos por diversos motivos, desde no perjudicar a determinados grupos de interés o lobbies con los que están relacionados a simple cobardía. También hay veces que los problemas, aunque sean complejos, requieren ser abordados así, como si fueran simples. Ante un cáncer que es un problema muy grave y complejo normalmente se aplican soluciones simples como extirpar la parte enferma o aplicar una quimioterapia mediante la cual se sacrifican un montón de células buenas a cambio de exterminar todas las malas. Si resistes triunfas y si no mueres.

Lo fundamental, y creo que en Liberania se da, es que funcionan las instituciones, hay división e independencia de poderes y el sistema educativo es bueno. Como además los mandatos están limitados por ley, pues mejor.. 

En el tema musical, esta semana tanto en Liberania como aquí ha causado sensación el nuevo disco de Metallica, un disco con un estilo renovado. Rememoran su tradicional trash, en temas como Hardwired o  Spit Out The Bone, pero en general van a estilo de metal clásico, contundente y rítmico, como una especie de Black Sabbath o algo más revolucionado. Quizá sea su forma de rendir tributo al Motorhead del desaparecido Lemmy.

Como es habitual los puntos fuertes son Hetfield y Ulrich. El primero marca el predominio de esas guitarras graves y oscuras que casi anulan al bajo, algo normal en los californianos desde la muerte de Cliff Burton. El segundo, sin grandes alardes técnicos, tiene su fuerte en el marcado de los distintos tempos. Más que explicarlo, os remito al tema Dream No More, uno de los mejores para mí.

Hammet está bien, y aunque no me considero un fanático de sus solos, no muy imaginativos, algo deslavazados y con poca base melódica he de reconocer que me gusta su entrada de solo en Atlas Rise y sus dos minutos finales en Halo On Fire. Lo destaco en la parte rítmica.

Como valoración general, creo que es el mejor disco de Metallica desde el Black Album, con cañonazos como Moth Into Flame y Atlas Rise. Os dejo los mejores temas en mi opinión:

















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